Margarita Matus, un nuevo humanismo

publicado en: Críticas |

Por Rosa Faccaro (AACA-AICA)

Naturaleza con pan, 1963. Óleo sobre cartón, 16,5 x 21 cm

La búsqueda de la expresión humano que transmite la naturaleza virtuosa, en el sentido de pensar el término «virtus verbi», como fuerza de poder de la belleza, es uno de los objetivos que se propone la pintura de Margarita Matus. La formación académica de esta artista fue sólida, egresa de la Escuela Superior Ernesto de la Cárcova en las disciplinas de pintura, grabado y escultura. Con estas enseñanzas ampía su lenguaje visual. Su trabajo posterior en los talleres de Horacio Butler y Aníbal Carreño le aseguraron dos objetivos básicos dentro de la plástica argentina. Uno de ellos es la estructura compositiva derivada del taller de André Lothe; en cuanto a Carreño, heredará la libertad expresiva hasta violentar con la pincelada el gesto medido y racional.

Así como Cezanne, dentro del desarrollo de su pintura, veremos en su obra diversos períodos pictóricos, distintas etapas y estilos sin perder su propia originalidad en cuanto a sus propósitos de configurar en el espíritu de la pintura una realidad expresiva de fuerte impacto emotivo.

Una dialéctica entre la obra y la artista actuará como precipitadora de la libertad de la pintura prisionera de la forma, hasta encontrar la soltura y fluidez de la mancha y el gesto que el expresionismo abstracto blandió como propiedad de una visión apasionada, sujeta al ritmo espontáneo de una pulsión.

Existe en su pintura un cromatismo que girará desde la delicadeza de un color medido y apastelado, hasta agriar conscientemente la paleta para expresar otros contenidos humanos, otros paisajes del alma.

El dibujo es fuerte, y desde él la artista mostrará una faceta de libertad total y una fuerte autonomía expresiva, ella sabe de este dominio y lo esgrime como un arma convincente. En el mundo de la forma existe una estructura que la anima, que la sostiene, que le otorga a sus figuras un carácter peculiar. Estas figuras están bien planteadas, pintó y dibujó luego de una larga y prolongada aceptación de un aprendizaje verdadero, que se distingue de las improvisaciones que vemos comúnmente.

Margarita Matus es una artista de alma desde su formación académica. Su alegría de pintar se parece a la de su maestro Horacio Butler, su juventud y su fuerza pictórica se acrecentó con los años hasta llegar a expresar la realidad con la espontaneidad y gracia de un artista adolescente.